"No me cabe ninguna duda de la relación, casi íntima, que existe entre un cuello libre en la articulación y la calidad del sonido que emites con el instrumento. Mi instrumento es complejo posturalmente; casi siempre cometo el error de pensar que tengo que adecuar mi postura a él;una postura casi forzada que me permita tocar. Ahora pienso que tengo que estar conectado a mi cuerpo en referencia a la colocación de mi cuello- cabeza&cuello -espalda, y el instrumento casi se coloca solo.
Muchas veces, y durante años, después de colocármelo y antes de empezar a estudiar (y durante), lanzaba directrices erróneas desde mi cerebro, tales como:
- mantén la cabeza erguida.
-levanta el instrumento.
-abre el brazo al pasar el arco.
Este año, estoy experimentando el proceso de forma inversa, tan solo con NO PERMITIR, a la hora de tocar, que el cuello se bloquee, y todo lo demás sucede solo.
En mi caso, tocar debería ser una labor más sencilla, y es lo que trato de cambiar. A veces, la propia música y su propìa intensidad me desconectan de lo más básico, que es esta relación entre el cuello y el sonido."
Iker Jiménez (Musikene, 3º de viola y Técnica Alexander)
No hay comentarios:
Publicar un comentario