F.M.Alexander (acostumbrado a subir a los escenarios como actor), trabajaba con el individuo para retomar el buen uso que en realidad es innato.
Pero algo tan obvio pierde firmeza y se llena de "interferencias" cuando el estímulo crece:
ponemos en práctica todo lo estudiado en un espacio pequeño y cómodo, cuando subimos al escenario donde las dimensiones son completamente distintas y el sonido necesita dirección y proyección.
Control de uno mismo ante todo, para tener presencia en escena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario