Si observamos los músculos del cuello, vemos que están conectados con todo el
cuerpo. No solo soportan el peso de la cabeza, sino que cada movimiento que se crea
en estos
músculos, tiene relación con los demás. Una mínima tensión extra, influye directamente en la calidad del sonido.Si sobretenso el cuello demasiado, esa tensión se traslada a los hombros, de ahí a los brazos y
dedos. Por lo que acabo en un estado no natural y poco flexible, haciendo un sobreesfuerzo que impide que el sonido salga directo, claro, afinado.
La respiración también tiene mucho que ver. En mi caso, cuando quiero " hacer" una respiración
antes de tocar, cometo el error de intentar coger aire, más que "dejar que entre". Por eso,
fuerzo la garganta, y ahí empieza la sobre-tensión del cuello.
Para que el sonido sea natural y convincente, no debe haber interferencias en el proceso de
crearlo, y el cuello es una zona muy importante a tener en cuenta, pues de ahí parten muchas
de las sobretensiones que acumulamos en todo el cuerpo. (ej: si no hay libertad en el cuello, será
muy difícil que la haya en los dedos al moverlos).
Por lo tanto, la importancia de que los músculos del cuello estén libres y flexibles, participando
en un movimiento equilibrado con todo el cuerpo, será esencial para un buen sonido.
Elena Arbonies ( Musikene, 1º de clarinete y Técnica Alexander )
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